Navegando por la red en busca de alguna noticia o poesía para compartir en el primer bloque de clase encontré este texto. Me pareció bastante interesante porque conectaba muy bien con la conversación que tuvimos acerca del carácter lúdico que posee el proceso de enseñanza-aprendizaje, matíz que también está presente en la animación social e introduce otro concepto que también es necesario en todo este proceso, el filtro afectivo del que ya hablara Krashen en los años 80. Según este psicolingüista, la hipótesis del filtro afectivo se divide en tres variables: actitud, motivación y personalidad. Esta hipótesis fue formulada en relación a la adquisición de una segunda lengua pero en mi opinión es aplicable a cualquier aprendizaje. Básicamente lo que viene a decir es que los alumnos que muestran una actitud positiva ante la lengua y la cultura que están aprendiendo y no tienen miedo a cometer errores aprenden más y mejor que aquellos que tienen una actitud negativa y que sienten miedo y ansiedad a hacer el ridículo porque esos sentimientos negativos actúan como una barrera que impide que llegue la información.
Bueno, no os aburro más con tantas reflexiones y os dejo el texto de Diana Loomans y el enlace a su web.
Si pudiera volver a educar a mi hijo
construiría su autoestima primero
y la casa después
Pintaría más con los dedos,
y señalaría menos
Haría menos correcciones
y más conexiones
Apartaría los ojos del reloj
y los usaría para mirar ...
Me interesaría por saber menos
y aprender a interesarme más
Haría más excursiones
y haría volar más cometas
Dejaría de mostrarme seria
y jugaría más en serio
Daría más abrazos
y menos tirones de orejas
Vería el árbol en el fruto
más a menudo
Sería menos firme
y afirmaría mucho más
Enseñaría menos sobre el amor al poder
y más sobre el poder del amor
Diana Loomans www.dianaloomans.com
Muy bueno, Carmen, sí que sí, muy interesante. Totalmente de acuerdo, si se tiene miedo a equivocarse, se cierran las puertas al conocimiento.
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